CONTABILIDAD
- Juliana Montoya
- 19 sept 2019
- 3 Min. de lectura
Cualquier persona o entidad que maneja fondos lleva un control de su movimiento: la cantidad de dinero que entra, la que sale, a donde va, cuándo, de qué manera ….
Ese control se puede realizar de cualquier forma: ya sea mentalmente, en una hoja de cálculo, en un programa específico, en una libreta, o de cualquier manera que se estime oportuno.
Pero cuando se trata de una empresa lo ideal es hacerlo mediante la contabilidad.
Es más, en los casos en los que la empresa cumple una serie de requisitos (que veremos más adelante), es obligatorio llevar la contabilidad, se quiera o no.
Y esto implica hacerlo de una forma determinada y sistemática, siguiendo las pautas que marca la normativa y reflejando la situación real de la entidad.
Con esto creo que cualquiera puede entender más o menos lo que es la contabilidad, pero aquí tienes una definición algo más precisa:
La contabilidad es el resultado de registrar, de la forma ordenada y sistemática que marca la normativa, todas las operaciones económicas realizadas por la entidad de que se trate durante un período de tiempo concreto.
¿Para qué sirve la contabilidad?
La contabilidad sirve para anotar, ordenar y agrupar los datos de todas las operaciones que se realizan, por lo que la información que se obtiene de ella refleja la situación económica y financiera de la entidad.
De esta forma, consultando la contabilidad de la empresa se puede saber, por ejemplo:
-Si con su actividad ha obtenido beneficios o pérdidas y en qué cuantía.
-Si se han realizado inversiones en el ejercicio y de qué tipo.
-Las deudas que posee y si vencen a corto o a largo plazo.
-Cuánto dinero en efectivo posee.
-Cuánto le debe cualquier cliente.
-A cuánto asciende el coste de personal de la empresa.
-Cuánto se le ha comprado a un proveedor en concreto.
-La evolución de los resultados en los últimos años.
-Cuál es el resultado de la liquidación de IVA
-Etc.
¿Cómo se lleva, en la práctica, la contabilidad de una empresa?
Cada empresa tendrá establecida su propia rutina de trabajo y eso se reflejará en que su día a día pueda ser diferente de el de otra.
Pero al margen de que el orden que se siga o la periodicidad con que se haga varíen en cada entidad, la llevanza de la contabilidad implica una serie de acciones que, básicamente, se pueden resumir de la siguiente manera:
Contabilización de las facturas emitidas:
Todas las operaciones de venta que realiza la entidad se documentan mediante la emisión de la correspondiente factura que deberá ser entregada al cliente.
Estas facturas emitidas deben anotarse contablemente mediante el asiento correspondiente.
Contabilización de las facturas recibidas:
Por los gastos en los que incurra la empresa en el ejercicio de su actividad recibirá las facturas que los reflejen.
Estas facturas recibidas deben anotarte en la contabilidad mediante la realización de los asientos contables que correspondan.
Contabilización de las nóminas, seguros sociales y demás gastos de personal:
Si la empresa cuenta con trabajadores deberá reflejar en su contabilidad todos los gastos que le originen: nóminas, seguridad social, finiquitos, indemnizaciones,….
Conciliación bancaria:
Hay que hacer todos los asientos contables que se desprendan de los movimientos bancarios de cobros y de pagos, de forma que todos los apuntes que figuren en el extracto de la cuenta del banco queden reflejados en la contabilidad.
La conciliación bancaria (también llamada “cuadrar los bancos”) consiste en hacer precisamente eso: que los apuntes y saldos que figuran en la cuenta contable del banco en cuestión coincida exactamente con el extracto que emite la entidad financiera.
Contabilización de cobros y pagos en efectivo:
No todas las operaciones de cobros y pagos se realizan a través del banco, sino que también se utiliza el efectivo en mayor o menor medida.
Todos esos cobros y pagos que se hacen en metálico hay que contabilizarlos y reflejar el saldo que la caja de la empresa arroja en cada momento.
Contabilización de otras operaciones económicas distintas de las anteriores:
Existen otras operaciones diferentes de las mencionadas hasta ahora y de las que también hay que dejar constancia en la contabilidad como por ejemplo los cierres trimestrales de IVA, la distribución de resultados, etc.

Comments